El Colegio Biffi-La Salle vivió días llenos de alegría, espiritualidad y encuentro comunitario durante la celebración del Sacramento de la Primera Comunión, un momento profundamente significativo en el camino de fe de nuestros estudiantes. Esta experiencia, acompañada con gratitud y recogimiento, reafirma nuestra misión de educar desde la fe, la fraternidad y el servicio.
Durante varios meses, los niños y niñas se prepararon con dedicación en las catequesis guiadas por la Pastoral Juvenil y Vocacional, quienes junto a los docentes y familias acompañaron cada etapa de este proceso formativo. Siguiendo el llamado del Evangelio: “Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el Reino de Dios es de quienes son como ellos” (Mc 10,14), nuestra comunidad vivió esta preparación con amor y compromiso cristiano.
Ceremonia de la Luz: la fe que ilumina nuestro caminar
El jueves 25 de septiembre, los estudiantes participaron en la Ceremonia de la Luz, un encuentro simbólico en el que cada niño recibió una vela encendida como signo de la presencia de Cristo en sus vidas. Este acto recordó que su Palabra es guía y camino, y que estamos llamados a ser luz en medio del mundo, irradiando esperanza, bondad y servicio.
Primera Comunión: un encuentro transformador con Jesús Eucaristía
El sábado 27 de septiembre, nuestra comunidad celebró con profunda alegría la Primera Comunión. Con fe y devoción, los estudiantes recibieron por primera vez a Jesús en la Eucaristía, alimentando su vida espiritual y fortaleciendo su relación con Dios. Este encuentro, reflejado en las palabras del Señor: “Yo soy el pan de vida; el que viene a mí nunca pasará hambre, y el que en mí cree nunca más tendrá sed” (Jn 6,35), se convirtió en un momento de renovación espiritual para cada familia presente.
Una comunidad unida en la fe y la gratitud
El Colegio Biffi-La Salle agradece a los docentes por su acompañamiento constante, a los padres de familia por ser testigos de fe en los hogares y a nuestros estudiantes, quienes vivieron este sacramento con corazones abiertos y llenos de ilusión. Como familia Lasallista, celebramos este hermoso regalo de fe y reafirmamos nuestro compromiso de seguir acompañando a nuestros niños y niñas en su crecimiento espiritual y humano.
