Palabras de Despedida...
Por: Michelle Mercado Carrillo
COLEGIO BIFFI LA SALLE BILINGUAL SCHOOL.
Con fe, identidad y ciencia hacia la excelencia.
El dorado nunca se ha visto más brillante.
La promoción AUREUS da su último resplandor, el más grande de todos, que ha de simbolizar la luz, la esperanza y la excelencia. Este brillo no nace del oro, sino del alma de cada uno de nosotros, que aprendió a iluminar incluso en los días nublados.
Contar tantos años de vida en unas pocas palabras es casi imposible. Sonrisas, lágrimas, aprendizajes y amistades han tejido la historia de once años inolvidables.

Desde ese primer día en que cruzamos los pasillos sin saber lo que vendría, hasta hoy, que nos despedimos con el corazón lleno, cada instante se convirtió en un hilo dorado que formó la trama de quienes somos. Llegamos siendo niños llenos de curiosidad y, con el paso del tiempo, nos convertimos en soñadores, en líderes, en seres humanos con un propósito.
Aprendimos que crecer no significa dejar atrás lo que fuimos, sino reconocer cuánto hemos cambiado y agradecer cada paso que nos trajo hasta aquí. No somos los mismos niños que empezaron desde la primaria y no lo seremos de nuevo, y tal vez esa sea la parte más hermosa; sin decirle un adiós a quienes fuimos, acogemos con los brazos abiertos y un “hola” a quienes nos convertiremos.

A lo largo del camino descubrimos que no fueron solo años de clases, sino de vida compartida.
En los recreos, en los pasillos, en los momentos de cansancio y en las risas interminables, entendimos que el verdadero aprendizaje no estaba solo en los libros, sino en las personas que nos acompañaron. Cada mirada, cada palabra, cada apoyo silencioso fue una chispa que nos ayudó a brillar más fuerte.
En este recorrido comprendimos que el verdadero brillo no proviene del oro que llevamos en nuestro nombre, sino de la luz que dejamos en los demás. Fuimos una promoción que brilló no solo por sus logros, sino por su resiliencia, su unión y su capacidad de levantarse una y otra vez.

Puede que ahora caminemos por senderos distintos; algunos más fáciles, otros más inciertos, pero siempre habrá algo que nos una. Tal vez el tiempo nos haga olvidar algunas experiencias; sin embargo, bastará un eco de risa o una voz familiar para que, por un instante, volvamos a estos pasillos, los únicos capaces de revivir aquella sensación genuina de pertenencia, de saber que aquí, alguna vez, fuimos parte de algo grande y crecimos juntos.
Este pequeño “hasta pronto” se convierte en una puerta abierta a nuevas oportunidades, nuevos amigos y nuevas anécdotas.
Es cierto que en un año pasan muchas cosas: se cumplen planes, se alcanzan metas y llegan sorpresas que no esperábamos. Pero lo más valioso es que siempre llegamos al final con más sabiduría que al comienzo. Y, este 2025 no ha sido la excepción.


